4 de septiembre 2017
Estimados compañeros y compañeras,
amigos y amigas:
Nos encontramos reunidos desde
Arica a Magallanes, luego de que hace poco más de un año, el 24 de julio de
2016, saliéramos masivamente a las calles a gritar por todo Chile NO+AFP.
Desde ese día hasta hoy, diversos
acontecimientos se han sucedido. Hemos logrado constituir a lo largo de nuestro
territorio una organización transversal que no ha cesado de luchar por
Seguridad Social. Hemos levantado una propuesta concreta de previsión social,
que permite mejorar, ahora, las pensiones a más de un millón ochocientos mil
compatriotas.
Hemos podido constatar en este
periodo que muchas de nuestras campañas han generado impacto. Nuestra campaña
de abandonar las AFP que se coludieron, poco a poco muestra sus efectos.
Provida ha perdido más de 64.000 cotizantes y Cuprum más de 20 mil. Esta
migración ha impactado considerablemente los resultados reduciendo sus ingresos
en más de US$ 11 millones. De igual forma los traspasos de fondos, luego de
nuestros llamados, mantienen un promedio mensual de más de 52 mil personas que
se cambian de fondos, generando múltiples complicaciones administrativas y
financieras a las AFP, siendo el FONDO A el que más resiente estos cambios.
Estas campañas, impactan en toda la industria parasitaria, en especial la de
los “Fondos de Inversión”, que ven disminuir sus ingresos al refugiarnos en el
FONDO E.
Durante todo este periodo, la agenda noticiosa no ha podido escapar a la
demanda que hemos instalado. Las campañas multimillonarias efectuadas por las
AFP con parte de nuestros ahorros, son
la mejor expresión de que nuestro movimiento les preocupa y que si continuamos
adelante, intensificando nuestra estrategia,
más temprano que tarde, los resultados demoledores de la mayoría de los
trabajadores se harán sentir.
Ha quedado claro que nada podemos
esperar de las actuales autoridades. La Alianza que han montado para atacar los
sistemas de reparto, sin ningún fundamento, son reacciones desesperadas,
asimismo, los ataques para desacreditarnos no son menores. Televisión Nacional,
y la mayoría de la prensa manipulan la información para confundir y engañar, y de
paso resguardar los intereses de las
AFP, importando poco el drama que viven millones de chilenos. Toda esta
institucionalidad hoy cuestionada, siente, perciben que avanzamos.
Pero eso no es suficiente. No
podemos contentarnos con haber
despertado a todo un pueblo tras esta demanda. Los grandes empresarios, la
mayoría de los actuales congresistas, los consejeros del Banco Central y el gobierno cierran filas para defender el
sistema de capitalización individual. Se refugian en monsergas como la del ahorro
interno. Que acabar con las AFP, sería poner fin a la estabilidad económica del
país. ¡Terror! Es lo que acostumbran a hacer cuando se pide un poco de
justicia. Efectivamente, lo que queremos es avanzar hacia una nueva
institucionalidad, radicalmente distinta a la actual. Queremos que la
gigantesca masa monetaria, expresión de los 36 años de ahorro previsional de
los trabajadores cambie esencialmente el destino de sus inversiones. Lo hemos
dicho, la Seguridad Social y nuestra propuesta así lo plantean, queremos
cambiar estructuralmente la matriz productiva del país. Pasar de ser un país
extractivista, monoproductor, a ser un país que incorpora valor a su producción
y mejora sustancialmente el ingreso de quienes hacen posible la riqueza.
No queremos seguir financiando
con nuestros dineros, este desarrollo que destruye nuestro ecosistema.
Esta estrategia, de restituir la
Seguridad Social, supone confrontar a quienes se han beneficiado de nuestro
ahorro. Implica acabar con los privilegios de las minorías para centrar nuestro
desarrollo con sentido humano, respetuoso del ecosistema y de los derechos
laborales. Así de simple. Sabemos que resistirán con todo, y de hecho lo están
haciendo. El discurso descarado de quienes se autocalifican de “socialistas”
como el Presidente del Banco Central y el papel tragicómico de algunos
congresistas, muestra que nuestra pelea es contra la mayoría de los que hoy
sustentan el poder.
De allí que la política de
intensificar la amplitud de nuestro movimiento, enfatizando la unidad tras este
objetivo, resulte crucial hoy en día. Debemos avanzar en aliarnos con otros
actores para potenciar nuestra demanda;
los estudiantes con sus organizaciones están apoyándonos, así como
diversas agrupaciones de pobladores. Ello, forma parte de nuestra estrategia de
sumar mayores adhesiones.
En estos días, se ha evidenciado
la crisis que por las alturas sufren las instituciones del Estado. El gobierno
es el más frágil en esta pelea. Debe intentar conciliar el interés de la clase
empresarial con la demanda social,
cuestión que para el caso de nuestra batalla resulta imposible, pues una
característica fundamental de nuestro movimiento es que guardamos plena
autonomía de los gobiernos de turno y, tenemos una propuesta concreta que choca
con el interés de mantener el mercado de capitales para los grandes grupos
económicos.
La salida de Valdés y del equipo
económico, es fruto de las tensiones en el seno de quien dirige el Estado.
Nuestro movimiento ha contribuido a acelerar esa crisis, puesto que la demanda
agudiza las contradicciones en el propio seno del gobierno y evidencia las
fracturas que cada vez serán más frecuentes. Hoy, debemos mantener nuestra
unidad e independencia.
Llevar adelante el plebiscito los días 29 y 30 de
septiembre y 1 de octubre ha ido confirmando que esta estrategia, era y es
absolutamente correcta.
Estamos logrando mantener en alto al movimiento, pero,
al mismo tiempo estamos generando el espacio para el debate, para politizar
nuestra sociedad. Como dijimos al inicio del lanzamiento de esta tarea, el
plebiscito nos obliga y nos permite dialogar con las personas; nos obliga a
tener que generar mayor conocimiento para explicar lo que queremos y también
para perspectivar cuáles serán los pasos futuros en la estrategia de restituir
la Seguridad Social para los chilenos y chilenas.
El Plebiscito es un acto que
presiona y tensiona. Presiona a la institucionalidad pues lo hacemos por fuera
de ella. Movilizando a cientos de miles, lo que de por sí, es ya, un acto de
movilización. Sin recursos financieros del Estado, y garantizado por
organizaciones sociales genuinas. Presiona, porque obliga a tener que definirse
a quienes aspiran a ocupar un cargo en el congreso; un periodo electoral
facilita nuestro desempeño, pues, es justamente en estos periodos cuando las
ilusiones democráticas adquieren un poco más de sentido en las personas; y
aunque, un porcentaje cada vez mayor no vota, porque no cree, no es menos
cierto que en este acto como reza nuestra consigna, “aquí tu voto importa” si
tendrá sentido hacerlo.
El Plebiscito tensiona, pues
dependiendo de la masividad que logremos alcanzar, la legitimidad de nuestro
accionar a partir de ese acto tendrá tanta potencialidad, que estaremos en
condiciones de pasar a formas mayores de lucha por restituir derechos. No
podrán desconocernos, y mucho menos persistir en su idea de mantener a las AFP
si no es sobre la base de pasar derechamente por sobre los deseos e intereses
de la mayoría, en cuyo caso, dependerá de la fuerza que tengamos para avanzar y
acabar con las AFP.
Ese es el desafío para lo que
queda del año. Mayor organización y mayor movilización. Nada será logrado por
las actuales autoridades e instituciones. A no dejarnos engañar. La única forma
de acabar con este sistema corrupto,
está en nuestras propias manos. Intensificando las campañas para abandonar Provida y Cuprum; refugiándonos en el FONDO
E. y garantizando que la movilización que logremos desplegar para mover a
millones en el plebiscito, serán la confirmación de que estamos en condiciones
de dar nuevos saltos
¡A seguir entonces en la lucha
para acabar con las AFP!
3 de septiembre de 2017
Publicado por Colegio de Profesores Comunal San Carlos. / Visita nuestro Fan Page "Profesores Comunal San Carlos" / Twitter profesoressancarlos / Correo electrónico profsancarlos@gmail.com / Fono 42-2413190 / Dirección Sede: Serrano 269 San Carlos