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Viernes 25 de noviembre de 2016
El dirigente asegura que
"Nosotros vamos a demandar con mucha fuerza la autonomía del gremio de
cualquier condición partidista, de cualquier gobierno de turno."
25 de noviembre 2016
La aplastante derrota de Jaime
Gajardo, militante del Partido Comunista (PC), en las elecciones internas del
Magisterio, frente al amplio respaldo a los disidentes de su cuestionada
gestión, es una señal, para algunos, del cansancio que los chilenos sienten
frente a la clase política, cansancio que se trasladó y se hizo eco en el
Colegio de Profesores, donde el agotamiento le pasó la cuenta a Gajardo: la
deuda histórica aún pendiente y sin el más mínimo avance, una carrera
profesional docente polémica y mal elaborada, un encasillamiento arbitrario por
parte del Ministerio de Educación (MINEDUC), son sólo algunos de los temas,
frente a los que los académicos dijeron ¡basta! durante la jornada de
elecciones del miércoles 23 de noviembre.
Durante meses, EL MURO destinó
artículos para que los chilenos se informaran del lado B del Colegio de
Profesores, contar lo que estaba ocurriendo y no quedarse con las declaraciones
oficiales, en algunos medios de comunicación, donde todo estaba bien, como en
el mundo de Alicia en el País de las Maravillas, aunque de maravilla no hubo
nada. ¿Qué hubo?: aplausos de parte del militante de uno de los partidos de la
Nueva Mayoría hacia el Gobierno, a la criticada Ministra de Educación, Adriana
Delpiano, sumado a una seguidilla de gestos no ajustados a la realidad que
terminaron por agotar a los profesores del país, esos profesores que no reciben
una remuneración alta como Gajardo –por su calidad de presidente del gremio,
sobre $2.000.000-, sino que corren de un establecimiento a otro para hacerse un
sueldo, ni siquiera, en muchos casos, digno, sino una plata que les ayuda a
mantenerse y solventar a sus familias.
Mario Aguilar, prosecretario del
Colegio de Profesores considerado el rostro visible de la oposición al
presidente, Jaime Gajardo, es profesor de Educación Física, titulado en la
Universidad de Chile y Magíster en Educación, con mención en Currículo, de la
misma casa de estudios superiores. Tal como dio cuenta este diario electrónico
-5 de agosto de 2015-, está casado con una profesora y tiene tres hijos: una
actriz, una estudiante de odontología y un menor de 12 años que cursa la
educación básica.
Hoy, Mario Aguilar es el nuevo
presidente del Colegio de Profesores, quien junto a los disidentes consiguieron
despojar del trono a Jaime Gajardo, un trono que el militante del PC pretendía
mantener, pero no le resultó y las cifras lo demostraron: más del 70% de
respaldo al sector disidente.
Aguilar, tal como en ese artículo
de agosto de 2015 de este diario electrónico, relató que también tiene una
historia política. En su época de estudiante de la Universidad de Chile,
participó en varios grupos, en los que, por ejemplo, en la época de Augusto
Pinochet, realizaban las tradicionales “peñas”. En 1986, formó parte de quienes
fundaron el Partido Verde. Sobre las razones que lo motivaron a levantar este
movimiento, recuerda –en el mismo artículo- que primaba la idea de “incorporar
elementos nuevos en la política chilena, con un perfil más joven, insertando
temáticas que los partidos tradicionales no incluían. Me sentía de izquierda,
pero tampoco me identificaba con la izquierda tradicional”. En 1990, el Partido
Verde se fusionó con el Partido Humanista, en el que, Mario Aguilar, milita
hasta el día de hoy.
En 2012, Aguilar compitió como
candidato a la alcaldía de Santiago, disputando, entre otros, con Carolina Tohá
y Pablo Zalaquett, con un presupuesto de $ 4 millones que reunió entre un grupo
de amigos. “Fui candidato, sabiendo que era imposible salir electo, porque era
una campaña absolutamente desproporcionada, desde el punto de vista económico.
No es un tema de las palomitas que se elaboran, sino de gigantografías, de
horas de avisaje radial, de regalos. La campaña de Pablo Zalaquett debe haber
sido, mínimo, de unos $600 millones y la de Carolina Tohá no debe haber andado
muy bajo eso”, contó en ese mismo artículo.
Ahora, bajo un escenario
favorable para los disidentes y en entrevista con EL MURO, Mario Aguilar, quien
asumirá como nuevo presidente del Colegio de Profesores el 9 de enero de 2017,
consultado sobre el respaldo de más de un 70% y la salida de Jaime Gajardo del
gremio, señala: “El conflicto que hubo, en el último tiempo entre dos visiones,
donde se nos acusaba de ser rupturistas, de no ser representativos y nosotros,
por nuestra parte, reclamábamos la defensa de la autonomía gremial, esa disputa
quedó dilucidada con los resultados de la elección. Los profesores hablaron y
definieron, claramente, cuál es el tipo de gremio que quieren y es el que
nosotros hemos propuesto y que se ha venido trabajando”.
-En concreto, ¿en qué consiste la
propuesta de la nueva directiva del Colegio de Profesores y que marque real
diferencia con lo que ha sido la cuestionada administración del PC, Jaime
Gajardo?
Nosotros vamos a demandar con
mucha fuerza la autonomía del gremio de cualquier condición partidista, de
cualquier gobierno de turno. Vamos a marcar un trabajo directo con las bases
del profesorado. Creemos en una democracia directa, creemos en una democracia
donde la gente participe. El profesorado es un colectivo de gente inteligente,
crítica y es posible hacer participar a nuestros colegas de base y que no quede
todo circunscrito a una cúpula de dirigentes.
-Los llamados disidentes son
críticos del modelo educacional del Estado chileno, ¿cómo se enfrentará esta
materia bajo su conducción como presidente del Magisterio?
No creemos que la educación debe
ser un negocio o una mercancía. El profesorado, en este sentido, es muy claro
en su postura y frente a esta reforma educacional muy superficial, muy de
maquillaje que está llevando adelante el gobierno, vamos a mantener nuestra
postura crítica.
La autonomía: lo primordial
-Usted es militante del Partido
Humanista, que no es parte de la Nueva Mayoría. Sin embargo, ¿qué certeza puede
haber en términos de que el nuevo presidente del Magisterio, militante de un
sector, fije los lineamientos del Magisterio y éstos se definan en función de
los intereses de los académicos y no de un determinado partido político?
Mi trayectoria es la mejor
garantía. Yo milito hace muchos años en el Partido Humanista, desde los tiempos
de la dictadura y en todos los años que llevo como dirigente gremial nunca he
estado subordinado ni he aceptado órdenes. Siempre me he debido a mis colegas y
al programa que comprometamos y, ahora, como presidente con mayor razón. Eso,
no está en cuestión. Nuestra concepción es que los movimientos sociales son el
centro y el eje de la lucha por la evolución de un país, por su mejoramiento,
por levantar las demandas que tenga la ciudadanía. Nuestra pertenencia, primera
y principal, es hacia los movimientos sociales y ciudadanos.
-¿De qué manera abordarán el
trato con la Ministra de Educación, Adriana Delpiano, una vez que asuman como
nueva directiva el 9 de enero? Se lo pregunto, porque los disidentes han sido
críticos de la gestión de la Secretaria de Estado, a diferencia de la
administración de Jaime Gajardo que le rendía honores a Delpiano.
Nosotros vamos a interlocutar con
las autoridades, nunca hemos planteado una postura radicalizada e
intransigente, como mañosamente se nos quiso presentar o caricaturizar. Vamos a
hablar con las autoridades, pero, obviamente, desde la postura de la autonomía
y diremos con claridad todo lo que tenga que haber con espacios de no acuerdo.
Esperamos ser escuchados por las autoridades, esperamos que se nos trate con el
respeto que corresponde al profesorado y, si eso no fuera así, tendremos que
hacernos escuchar con más fuerza. Confío, espero y quiero ser optimista y
pensar que vamos a ser escuchados y como estaremos en una postura de autonomía,
si eso no es así, lo denunciaremos y nos movilizaremos para hacernos escuchar
cuando sea necesario.
-¿El que ganaran las elecciones
del 23 de noviembre no sólo para los profesores, sino para la ciudadanía, en
general, puede ser una señal de que, efectivamente, cuando la gente se informa
y no se queda con una sola versión, tiene la posibilidad de que se generen
cambios y esa gente se pronuncie?
Por supuesto. Una democracia
pasa, porque la gente esté informada, esté consciente de lo que está en juego y
en el caso del profesorado, ese perfil existe y eso explica que se haya
entendido nuestra propuesta, que las caricaturas que se intentaron hacer no
tuvieron efecto, no fueron recibidas. Tengo mucha confianza en mis colegas,
tengo respeto por ellos y estoy seguro que vamos a poder levantar propuestas y
levantar a este gremio con mucha fuerza.
-Hay un tema que no es menor y
que se refiere a la deuda histórica. Son muchos los docentes que murieron
esperando recibir el dinero que les correspondía y en la administración de
Jaime Gajardo, el tema fue, prácticamente, obviado. ¿Para la nueva directiva
del Colegio de Profesores es importante rescatarlo?
La deuda histórica es un tema muy
sentido por el profesorado, es una demanda que tiene una carga simbólica
tremenda y, evidentemente, para nosotros es un tema vital. Lamentablemente, con
este gobierno no hemos tenido mayor respuesta y no vamos a permitir que el tema
se sepulte como se ha pretendido, con maniobras de por medio. Nosotros no lo vamos a permitir de ninguna
manera.
Daisy Castillo Triviños/EL MURO
Foto: Agencia Uno
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